La temporada de la participación europea quedó empeñada por algunos detalles y no fue brillante, pero sí resultó inolvidable
Fue una temporada inolvidable por la participación del Racing en la última edición de la Copa de la UEFA. Se confeccionó una gran plantilla, pero descompensada, y los resultados no fueron tan brillantes como se esperaban. El nivel de exigencia era ya muy alto.
El equipo santanderino terminó en un discreto duodécimo puesto en liga con el noveno presupuesto más alto de la competición. Hasta la jornada 37 no se pudo certificar la permanencia matemática en la élite y se venía de un sexto puesto en el curso anterior. Un noveno puesto en la jornada 20 fue la mejor clasificación a lo largo del campeonato doméstico.
En Copa del Rey se eliminó al Murcia a doble partido y se cayó ante el Valencia en los octavos de final. Se empató a uno en El Sardinero y en la vuelta se perdió 3-1 en Mestalla. En Europa fue donde más alegría hubo con el empate a dos en París o el 3-1 endosado al Manchester City... La pena es que quedó la sensación de que con poco más se hubiera superado la fase de grupos. La derrota en Holanda ante el Twente 1 a 0 con un Eljero Elia volviendo loca a la zaga del Racing resultó clave. Solamente hizo falta un poco más o mejorar la diferencia de goles en un tanto. Entonces Elia no era conocido, pero acabó siendo 30 veces internacional con Países Bajos. Los goles del Racing en aquella Copa de la UEFA.
No fue una buena campaña en cuanto a juego y resultados, pero todo el mundo recuerda aquella imagen de la invasión racinguista de París con la Torre Eiffel tomada por cántabros. Fue algo para recordar. Un hito en la historia del Real Racing Club.
El equipo perdió a Duscher y a Jorge López, que habían sido fundamentales en la campaña anterior, y no terminó de acertar con los fichajes. También se cedió a Ebi Smolarek al Bolton y no se trajo remplazo para el polaco hasta que en enero retornó Nikola Zigic. Francisco Pernía, el presidente, externalizó la dirección deportiva y fue el representante Eugenio Botas el que llevó a cabo esa labor en coordinación con el cuerpo técnico. Entre los fichajes más penosos estuvieron los lusos Ze Antonio y George Gonçalves.
Ezequiel Garay, que había sido traspasado al Real Madrid por más de diez millones, se quedó una campaña más en calidad de cedido, pero al igual que Tchité no rindió tan bien como en el curso anterior. La defensa, con un gran Toño bajo palos, fue lo mejor del equipo. El Racing fue el quinto equipo menos goleado de Primera, pero faltó pólvora en ataque hasta la vuelta de Zigic. En ese mercado invernal también se traspasó a César Navas al Rubin Kazan.
Entrenador:Juan Ramón López Muñiz
Máximo goleador:Nikola Zigic, 13 goles en Liga
Jugador franquicia:Toño Rodríguez, el portero alicantino disputó 38 partidos y rindió a un gran nivel
Once tipo: Toño; Pinillos, Ezequiel Garay, César Navas, Marcano; Colsa, Lacen; Munits, Óscar Serrano, Jonathan Pereira y Zigic.
Banquillo:Tchité, Luccin, Oriol, Sepsi, Valera o Toni Moral -llegado con Zigic en el mercado invernal- tuvieron cierto protagonismo. Muñiz sacó muy poco partido a jóvenes como Sergio Canales y Edu Bedia. El filial logró una meritoria permanencia en Segunda B.
Momento de oro:El gol de Gonzalo Colsa en el Parque de los Príncipes de Parísel 27 de noviembre de 2008 es uno de los momentos más álgidos de la historia del club. El tanto del centrocampista cántabros sirvió para empatar a dos con el PSG en la Copa de la UEFA con 4.000 aficionados del Racing en el estadio francés.
Crisis física:No es muy habitual la destitución del preparador físico en lugar de la del primer entrenador, pero es lo que se le ocurrió a Francisco Pernía ante un "crisis" de resultados con ese aspecto de la preparación física en el centro del debate al inicio de la temporada. El club comunicó el despido de Fernando Gaspar–preparador físico y mano derecha del técnico– y Muñiz se reunió con el presidente cuatro horas. El entrenador aguantó el puslo y Gaspar se sentó en el banquillo al siguiente partido, un encuentro de Copa en Murcia. Pernía dijo que le habían exigido su marcha los capitanes, algo que desmintieron los futbolistas... Al final, Fernando Gaspar acabó la temporada e incluso Luccin le abrazó cuando anotó un gol en un 5-0 al Numancia. Gaspar había trabajado en el Real Madrid o en el Benfica y con entrenadores como Camacho y Lotina antes de recalar en Santander... Su imagen, con algún kilito de más, no ayudó en una polémica que enrareció el ambiente.